El Modelo de Liderazgo Situacional nos ayuda a conocer las necesidades, la preparación y las capacidades de cada miembro de un equipo y de esta manera poder adaptar el estilo de liderazgo a cada situación.
Este modelo también se conoce como el "Modelo de Hersey y Blanchard", nombrado tras sus autores, que en 1980 lo diseñaron para tomar en cuenta el grado de madurez de las personas dentro de un equipo y poder liderarlos a partir de los niveles correspondientes.
Para entenderlo mejor, vamos a dividirlo por partes y comenzar a partir de la base que existen dos estilos directivos:
1. Comportamiento directivo: El líder define las funciones y tareas; indicar como llevarlas a cabo y controla el resultado.
2. Comportamiento de apoyo: El líder fomenta la participación y la toma de decisiones, aporta valor y colabora con el equipo.
El modelo consiste de 6 fases:
Determinar cuál es el nivel de desarrollo o madurez de cada componente del equipo en relación con su puesto.
Evaluar el nivel de competencia de cada integrante del equipo.
Identificar las funciones y actividades existentes o necesarias para desarrollar el trabajo con el mayor rendimiento posible.
Establecer los conocimientos necesarios para desarrollar cada tarea.
Evaluar el nivel de motivación y confianza de cada integrante del equipo.
Aplicar el estilo de liderazgo adecuado para cada colaborador.
A partir de esto, podemos ubicarles en el siguiente cuadro:
Cuando tenemos diagnosticado en qué cuadro se encuentra cada colaborador, podemos actuar según los estilos de liderazgo, indicados en el siguiente cuadro, para obtener el mayor rendimiento posible.
E3: el líder participa: Por lo general es gente formada y muy preparada, por lo que no le puedes controlar, porque hacen lo que quieren; ni enseñar, porque ya saben; ni delegar, porque no harían lo correcto. Lo que se puede hacer es empezar a involucrarles de nuevo en el equipo, para que aprendan que forman parte de éste.
E1: el líder ordena: Su participación en tareas es muy activa, con poca implicación personal. Es importante estar al pendiente y controlar sus acciones ya que carecen de habilidad y motivación. Es bueno dar órdenes precisas y estar supervisando de cerca.
E2: el líder persuade: Éste dirige y apoya al mismo tiempo, explicando sus decisiones y dando espacio para las aclaraciones. Es una persona motivada y con ganas de aprender. A estos miembros hay que enseñarles y convencerles con los actos, para que se identifiquen con su visión.
E4: el líder delega: dirige y apoya en la distancia; observa y supervisa; fomenta el funcionamiento autónomo; valora su experiencia, conocimiento y dominio de sus habilidades; les muestra su confianza.
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