No es novedad, el costo más importante en la mayoría de las organizaciones es la nómina, aunque es importante mencionar que ese es sólo uno de los costos tangibles que tiene la organización, pero ¿qué pasa con los intangibles?
El posicionamiento en el mercado, la reputación de la organización, la relación con los clientes y proveedores… todo ello suma el capital de la organización, lo que la distingue de la competencia, sí, sin duda, las personas son el activo más importante de cualquier empresa.
Afortunadamente la Dirección General se está dando cuenta del valor estratégico que tenemos las áreas de RH en la organización, ahora falta que NOSOTROS lo entendamos así.
Hoy tenemos la enorme oportunidad de ser parte de la toma de decisiones estratégica, hoy nuestra opinión vale más que nunca y nosotros debemos hacerla valer, pero, ¿cómo?
Las métricas son una arma muy poderosa, hoy por hoy tenemos las herramientas necesarias para validar con números duros el retorno de la inversión en todas las áreas de RH:
En reclutamiento y selección: Tiempo de ocupar las posiciones vacantes y calidad de los candidatos contratados (puede ser de forma interna o contratando a empresas especializadas).
En capacitación: nunca será un gasto si logramos comprobar que la inversión realizada se ve reflejada en las métricas y los indicadores de desempeño de los empleados capacitados.
Desarrollo organizacional: La forma en que los empleados se comprometen con la organización también se refleja en sus métricas de productividad.
Relaciones laborales: Un buen acuerdo con el sindicato genera motivación con los empleados y también mayor compromiso.
Estos son algunos de los ejemplos de las actividades tradicionalmente llevadas a cabo por el área más importante de la organización, todas aquellas pueden ser comprobadas cuantitativamente y todas ellas tienen un impacto directo en las finanzas de la organización.
Aprovechemos la tecnología, las herramientas que hoy existen en el mercado para automatizar y eficientar nuestras actividades, dediquemos nuestro tiempo en aspectos estratégicos más que en operativos, veamos el impacto real que tienen nuestras actividades en la rentabilidad de la organización.
Recordemos que un empleado motivado es un empleado productivo, y para que ambas cosas puedan lograrse se deberá poner especial énfasis en el perfil de puesto, las competencias que deben ser cubiertas, los tangibles e intangibles de los ejecutivos, así como el ambiente de trabajo en el cual se desempeñará el equipo.
En iD Hunt somos especialistas en hacer crecer a las empresas a través de las personas, asimismo contamos con las mejores herramientas para potencializar el talento que requiere su organización.
Si requieren ampliar la información, no duden en contactarnos, será un gusto poder ayudarlos.
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