Continuando con las entregas relacionadas a la nueva redefinición del mercado laboral en México, en esta última entrega, nos enfocaremos a los altos ejecutivos.
A raíz de la pandemia, muchos puestos ejecutivos fueron desapareciendo para disminuir los costos operativos de las organizaciones, y, aquellos que se mantuvieron trabajado, tuvieron que asumir nuevas responsabilidades y las métricas sobre las cuales se evaluaban subieron considerablemente.
Hoy estamos observando muestras de “burn out” o agotamiento extremo por el nivel de exigencia (superior al que tenían hace poco tiempo) ya que el nivel de responsabilidad o funciones son adecuadas para varios ejecutivos y no únicamente para uno.
Desafortunadamente, en algunas empresas se dieron cuenta que podían “adelgazar” la línea jerárquica y mantener menos ejecutivos contratados, esto ha derivado en menores niveles de productividad y motivación desde la cúpula de las empresas.
Platicando con varios directores generales y presidentes de empresa, entendemos la complejidad de mantener los costos a niveles mínimos para poder competir en este mercado tan complejo, nuestra recomendación es cambiar el esquema de compensación para transitar de un sueldo mensual elevado y bonos no tan interesantes a lo contrario, es decir, dejar sueldos suficientes, pero aumentar la posibilidad de generar bonos de productividad que, una vez que se logre, equilibrará la compensación anual del ejecutivo y lo mantendrá motivado.
Esto es algo que se practica a nivel mundial y es un ganar-ganar tanto para la empresa como para el ejecutivo, ya que se motiva a lograr bonos sin tope que se ven traducidos en ganancias para la organización (esta compensación extra sale de las utilidades no contempladas por parte de la empresa, es decir, se pagan solas).
Hoy por hoy la compensación no es el tema fundamental para que un ejecutivo se cambie de organización, factores como reto profesional, equilibrio vida y trabajo y estabilidad de la empresa ocupan un papel importante en la decisión de cambiar de empresa.
Recordemos si queremos a los mejores ejecutivos en nuestro equipo debemos asegurarnos de que nuestra empresa es considerada como una oportunidad para los directores que trabajan ahí y aquellos nuevos que queremos atraer, hay que identificar la cultura y valores de la organización y ver que se adecúen a los del ejecutivo.
Recordemos que un empleado motivado es un empleado productivo, y para que ambas cosas puedan lograrse se deberá poner especial énfasis en el perfil de puesto, las competencias que deben ser cubiertas, los tangibles e intangibles de los ejecutivos, así como el ambiente de trabajo en el cual se desempeñará el equipo.
En iD Hunt somos especialistas en hacer crecer a las empresas a través de las personas, asimismo contamos con las mejores herramientas para identificar al talento que requiere su organización.
Si requieren ampliar la información, no duden en contactarnos, será un gusto poder ayudarlos.
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